El materialismo imperante y la reivindicación de discursos emancipadores han llevado a la negación de los grandes relatos, sobre los que toda cultura, desde antiguo, se ha sustentado. En un esfuerzo por recuperar esa tradición y reencontrarnos con grandes ideas y sublimes ideólogos, parece claro el vuelco del paradigma artístico, donde parece incluso que el gestionar discursos pasados es más actual que lo futuro, óbice las vanguardias de principios del Siglo XX, de las que aún bebemos más allá del vaso.
Este proyecto trata de crear una serie de imágenes filosóficas y plásticas que conformen una suerte de arqueología universalista que reúna, con la ironía inherente al enunciado mismo, aquellos temas que siempre nos han preocupado y a los que siempre es necesario volver y trasladarse, formando un relato que resuma la vida. Llenar la boca y la médula y la caja de los relojes de esas “grandes palabras” que, a veces, por temor, no nos atrevemos a nombrar.